Marisa Davio, Morir por la Patria. Participación y militarización de los sectores populares en Tucumán, 1812-1854. Rosario: Prohistoria Ediciones, 2018, 220 pp.

 

Por  Leonardo Canciani

 

Centro de Estudios Sociales de América Latina,

Universidad Nacional Centro Provincia de Buenos Aires, Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires.

Tandil, Provincia de Buenos Aires

Argentina

 

PolHis, Revista Bibliográfica Del Programa Interuniversitario De Historia Política,

Año 12, N° 24, pp. 153-155

Julio- Diciembre de 2019

ISSN 1853-7723

 

 

            Morir por la Patria es resultado de la investigación de doctorado que Marisa Davio culminó en el año 2010. En la adaptación a formato de libro ha incorporado los principales aportes de la bibliografía especializada publicada en esta década y los resultados de su investigación en curso. La obra se inscribe dentro de una tradición historiográfica que, desde hace algunas décadas en Argentina, ha generado nuevas ideas y conclusiones para comprender la militarización, la cultura política de los sectores populares y el rol de las fuerzas de Línea y milicianas durante el siglo XIX.

            La principal preocupación de la autora radica en indagar de qué forma los sectores populares lograron desenvolverse frente a los cambios generados por la militarización y la construcción de una nueva cultura política revolucionaria en la primera mitad del ochocientos. Para tal fin, ha organizado el libro en cinco capítulos definidos según criterios temáticos. En el primero, justifica la elección de la categoría analítica y repasa brevemente como ha sido abordado “lo popular” en la historiografía para, luego, definir y caracterizar a los sectores populares tucumanos en el período señalado. Recurre a las siguientes variables: apelativo de Don y vecindad; subordinación; apellido y domicilio; grado de alfabetización, vestimenta y consumo; definición de las elites y adscripción a las fuerzas de guerra.

            En el segundo capítulo, analiza los mecanismos de reclutamiento que implementaron los gobiernos tucumanos entre 1812 y 1854, para poder controlar las fuerzas militares y garantizar la participación de los hombres en los ejércitos de Línea y las milicias. Construye una interesante periodización de las políticas militares gubernamentales, considerando la masividad y retracción del reclutamiento, como así también la variación y el equilibrio entre dispositivos forzosos o compulsivos y estrategias más negociadas o consensuadas. Al respecto, define cuatro períodos que, a su vez, pueden ser subdivididos internamente: la década revolucionaria; la inestabilidad política de la década de 1820; los gobiernos de Heredia y Gutiérrez y de la Coalición del Norte; y los primeros años de la “organización nacional”.

            En el capítulo tercero, identifica los incentivos y las motivaciones que las elites dirigentes concedieron a la tropa de las milicias para que adhieran a sus decisiones políticas (sueldos, licencias, exoneraciones, fueros, premios y recompensas materiales y simbólicas). Asimismo, analiza las resistencias que esgrimieron los sectores populares ante el reclutamiento forzoso para el ejército regular y las milicias. Evalúa cómo variaron las deserciones en cuanto al volumen y a las fuerzas en las que se produjeron durante los períodos consignados en el párrafo anterior.

            En el cuarto capítulo, estudia las relaciones de mando y obediencia establecidas entre los jefes militares y sus subordinados, para lo cual prioriza y busca comprender los mecanismos de negociación y de consenso implementados por los primeros para movilizar a los segundos en favor de sus intereses políticos y militares. Sin desconocer el lugar de la disciplina y de las rígidas cadenas de mando, Davio considera que el consenso constituyó un pilar fundamental en la edificación y sostenimiento de tales relaciones. Trata la cuestión del respeto y la obediencia, las estrategias de seducción implementadas por los comandantes para movilizar a la tropa ante una convocatoria gubernamental o para llevar adelante conspiraciones, motines y sublevaciones contra las autoridades constituidas legalmente.

            Finalmente, en el quinto capítulo, aborda las experiencias, las percepciones negativas y las identidades de los sectores populares tucumanos frente al proceso de militarización. Asimismo, estudia los canales de comunicación que se utilizaron para trasmitir sucesos políticos y militares – como rumores, noticias falsas, difamaciones y el rol de curas y comandantes– y la importancia de los espías y los prisioneros que habían evadido su cautiverio, pues daban a estos sectores márgenes de acción para negociar y sacar provecho de tales situaciones. Además, destaca la intervención y las experiencias de las mujeres tucumanas afectadas por la guerra y la militarización, tratando un aspecto escasamente abordado en la historiografía argentina.

            En conclusión, Morir por la Patria constituye un aporte fundamental para ver las experiencias de los sectores populares frente a los cambios políticos y sociales que generó la revolución de independencia, a la vez que representa un insumo de relevancia para comparar el caso tucumano con otras realidades rioplatenses y latinoamericanas que estuvieron afectadas por el mismo proceso histórico.