Andrea Andújar, Laura Caruso y Silvana Palermo (comps.), Género, trabajo y política. Experiencia, sociabilidad y protesta en la Argentina del siglo XX. Buenos Aires: Ediciones Imago Mundi, 2022, 268 pp.

Por Paola Gallo

Instituto de Estudios Históricos y Sociales

Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires

Tandil, Argentina

 

PolHis, Revista Bibliográfica Del Programa Interuniversitario De Historia Política,

Año 17, N° 33, pp. 162-164

Enero- Junio de 2024

ISSN 1853-7723

 

 

Este libro es el resultado de una apuesta historiográfica sostenida en el tiempo y en el fructífero intercambio entre investigadoras e investigadores que comparten el interés por pensar a la clase trabajadora del siglo XX argentino, desde una perspectiva que combina la historia social con los estudios de género. Se inscribe así en un campo de estudios que en las últimas décadas ha experimentado una potente renovación.

Como señalan las compiladoras en la Introducción, la dimensión de género es una variable fundamental para una historia interesada en develar las múltiples dimensiones de la experiencia obrera. Pues permite reponer el complejo de relaciones que, aunque descentradas de la esfera laboral, la intersectan modelando sentidos, prácticas e identidades.

Los capítulos aquí reunidos comparten el interés por colocar el foco de análisis en las y los trabajadores, sus acciones organizativas, sus prácticas de resistencia. Procuran aprehender las dimensiones de la experiencia en la fluidez de los vínculos entre el mundo laboral y el mundo familiar; entre la esfera de la ‘política’ y las del ocio y la sociabilidad; entre los escenarios excepcionales de la protesta, y los cotidianos de la amistad y la vecindad. La perspectiva se enriquece con las aproximaciones localmente situadas: al descentrar las experiencias de los ámbitos tradicionalmente abordados - situándolas en una multiplicidad de espacios - recuperan la capilaridad de los procesos de constitución y conformación de las identidades de clase.

El libro se organiza en dos partes, cada una con cuatro capítulos. La primera se abre con un capítulo elaborado por Laura Caruso, quien estudia las experiencias y los imaginarios sociales construidos en torno al trabajo de la estiba en el mundo portuario en la Buenos Aires a inicios del siglo XX, para indagar la configuración de un sentido particular de masculinidad obrera y mostrar cómo los dispositivos culturales (como las revistas ilustradas) operaron en esa configuración.

A continuación, Débora Garazi explora la relación entre trabajo y masculinidad en el sector hotelero marplatense durante la segunda mitad del siglo, mostrando como tareas y funciones tradicionalmente asociadas a las mujeres (como los servicios personales) son resignificadas cuando las desempeñan hombres, en la esfera pública, y a cambio de una remuneración. La autora revela cómo esos procesos de resignificación actúan instituyendo jerarquías en base al género, a la vez que dan lugar a sentidos de masculinidad alejados del modelo tradicional de trabajador y más próximos a los ideales de masculinidad de clase media.

En el tercer capítulo Erica Cubilla analiza el espacio barrial en la Buenos Aires de los años de 1930s, en tanto escenario de constitución de identidades de profesionales y comerciantes, y como marco contenedor – a la vez que productor – de prácticas de ocio y sociabilidad que fortalecían los vínculos nacidos en la esfera laboral.

En el último capítulo de la primera parte, Silvana Palermo explora las representaciones de la paternidad asociadas al trabajo ferroviario que circulaban en la prensa ilustrada argentina de inicios del siglo XX. El análisis revela cómo el ideal de paternidad ferroviaria modeló un particular sentido de respetabilidad entre los trabajadores del sector, y la centralidad que adquirió a la hora de legitimar sus demandas.

La segunda parte se inicia con el trabajo de María del Rosario Corsi, que analiza la huelga de los trabajadores de 1991 en la comunidad ferroviaria de Victoria, recuperando la participación de familias y mujeres en la protesta. Al hacerlo, devela como se entrelazan las esferas de la reproducción y el género, con la práctica y el sostenimiento de la protesta obrera.

A continuación, Débora Saso reconstruye la huelga de las trabajadoras de Confecciones Patagónicas (Trelew) en 1997. Al recuperar las experiencias, ilumina sobre las tensiones y redefiniciones (en torno al hogar, a sus roles tradicionales de madre y esposa) a las que daban lugar las instancias de protesta, a la vez escenarios de sociabilidad en los que se construían o reforzaban lazos afectivos y de amistad.

En el Capítulo 7, Gabriel Carrizo y Andrea Andújar exploran los vínculos entre ocio, política y afectos en la comunidad petrolera de Comodoro Rivadavia en el período de entreguerras, examinando cómo la experiencia obrera se constituye también en espacios y esferas concebidos tradicionalmente como ajenos al mundo del trabajo.

Por último, Agustín Nieto recupera la presencia de las mujeres en un mundo laboral que, como el del puerto, fue tradicionalmente concebido como propio de hombres. Con fuentes variadas, Nieto recupera sus presencias no sólo en el desempeño de labores en el puerto, sino también en las bibliotecas de los hogares obreros, y en las protestas y las luchas portuarias.

La historia social del trabajo en la Argentina del siglo XX se enriquece decididamente con esta obra que reposa en un amplísimo y variado corpus documental y en un notable trabajo con las fuentes, y que repone mundos del trabajo generizados, complejos y heterogéneos, dotando de carnadura histórica a nociones como las de experiencia, familia o comunidad obrera.