Bárbara Raiter, Deporte, ciudadanía y nación. Las sociedades de tiro en Argentina, 1890-1920. Rosario: Prohistoria Ediciones, 2022, 252 pp.
Por Camilo Arroyo
Universidad de Buenos Aires
Buenos Aires, Argentina
PolHis, Revista Bibliográfica Del Programa Interuniversitario De Historia Política,
Año 17, N° 33, pp. 145-147
Enero- Junio de 2024
ISSN 1853-7723
El libro reseñado es un claro ejemplo de que un estudio histórico sobre un objeto aparentemente acotado socialmente puede con éxito arrojar conclusiones y producir conocimiento sobre procesos y fenómenos que lo desbordan. En efecto, el trabajo de Bárbara Raiter sobre las sociedades de tiro muestra que éstas canalizaron, por ejemplo, las discusiones del cambio al siglo XX sobre el modelo de ejército nacional para la Argentina y sobre las características de la educación física curricular en la educación secundaria. Como señala en el prólogo María Inés Tato, esas asociaciones ofician de prisma a través del cual se pueden vislumbrar algunas de las transformaciones que estaban moldeando los contornos de la Argentina moderna.
De hecho, el recorte temporal que propone la autora corresponde al momento en que el auge de las sociedades de tiro confluyó con tres grandes procesos: el crecimiento y la transformación del Estado nacional en un marco mundial de conflictividad entre estados-nación; los cambios en la forma de hacer y pensar la política; y la mutación demográfica y social del país. Cuando estos procesos finalizaron y se dejaron de visualizar en el horizonte conflictos armados con países limítrofes, el Estado dejó de promover el tiro, y éste, al perder su faceta cívica, militar y política, se limitó a ser un deporte, practicado hasta el día de hoy, pero en clara desventaja con respecto a los deportes de masas que en la década de 1920 comenzaron a consolidarse.
La profesionalización del ejército y la formalización del sistema educativo, nombradas anteriormente, forman parte del primero de los tres procesos. Asimismo, entre esa trayectoria del Estado nacional y la transformación demográfico-social de la población podemos ubicar la “nacionalización” de sectores inmigrantes tematizada a lo largo del libro por medio de los casos de las sociedades de tiro suizas. Por último, en cuanto al cambio en la política, Raiter nos introduce en la distinción entre lo político y la política de Pierre Rosanvallon. Dado que los estatutos de las sociedades fijaban la prescindencia política, la autora indica que ello se refiere al campo de la política, las esferas de decisión estatal, pero que no dejan de involucrarse en lo político, tal como lo definió Pierre Rosanvallon, como “un lugar donde se entrelazan los múltiples hilos de la vida de los hombres y las mujeres, aquello que brinda un marco tanto a sus discursos como a sus acciones” (p. 146). Salvo algunas ocasiones en las cuales las sociedades de tiro participaron de la política nacional, éstas en general sirvieron como un espacio de sociabilidad para suavizar conflictos intraélite.
El libro se encuentra dividido en cuatro capítulos organizados temáticamente, y cada uno de ellos ordenado diacrónicamente. El primero trata acerca de la fundación de las sociedades de tiro, que tuvo picos en momentos críticos de la conflictividad con Chile y Brasil, y las políticas llevadas a cabo por el Ministerio de Guerra para regularlas y controlarlas. De tal manera, con la fundación de la Inspección General de Tiro en 1901 y de la Dirección General de Tiro y Gimnasia del Ejército en 1905, se difuminaron las aspiraciones del Tiro Federal de la Capital de ser oficialmente la institución que nuclee a todas las asociaciones civiles de tiro. El capítulo segundo repasa las actividades institucionales de estas sociedades. En su recorrido destacan los dos intentos de formar una confederación: el primero fue iniciado por el Tiro Federal de Bahía Blanca y quedó erosionado por obra del Tiro Federal de la Capital, el cual a su vez logró la concreción del segundo proyecto. El tercer capítulo, por su parte, resume los valores que se asociaban al tiro, como práctica viril y noble, que proyectaba las ideas de ciudadanía, democracia, y defensa nacional. El capítulo final presta atención a la proyección del tiro al conjunto de la sociedad, particularmente en el seno de la educación media, aunque también por medio de concursos, fiestas y conmemoraciones, que no pudieron sin embargo frenar el desinterés general por el tiro a partir de la década de 1920.
En suma, y por las virtudes expuestas, el libro de Bárbara Raiter se consolidará como una consulta ineludible y de referencia para el estudio histórico de las sociedades de tiro en Argentina. Pero también, será un trabajo útil para quienes se dediquen a otros ámbitos de sociabilidad o deporte en la Argentina de las postrimerías del siglo XIX e inicios del XX, del mismo modo en que la misma autora se nutre de aportes de Leonardo Losada o Roy Hora. Ello se debe a que la investigación es, tal como se propone, un ejercicio sólido y bien ejecutado de historia social con perspectiva atenta a la historia global. Mediante el estudio de un tópico antes ignorado, la autora logra aportes sustantivos a la historia de la Argentina en el cambio de siglo.