Elisa Pastoriza y Juan Carlos Torre.Mar del Plata. Un sueño de los argentinos. Buenos aires: Edhasa, 2019, 360 pp.

Por Rossana Campodónico

Área de Estudios Turísticos, Facultad de Humanidades y

Ciencias de la Educación, Universidad de la Republica,

Uruguay.

.

 

PolHis, Revista Bibliográfica Del Programa Interuniversitario De Historia Política,

Año 13, N° 25, pp. 436-438

Enero- Junio de 2020

ISSN 1853-7723

 

 

 

Esta obra es la culminación de una larga investigación, que profundiza un artículo que Pastoriza y Torre publicaron hace más de 20 años en la colección Historia de la vida privada en Argentina. El libro ofrece un recorrido por un extenso período de la historia argentina que se inicia a fines del siglo XIX, cuando Mar del Plata era un “lugar exclusivo de veraneo junto al mar” para las clases altas argentinas. Los distintos capítulos nos presentan los cambios y las permanencias que se dieron desde 1888 -con la inauguración del Hotel Bristol- hasta fines de la década de 1960 cuando la ciudad balnearia acogió al turismo de masas.

La investigación se sustenta en un arduo y excelente trabajo de archivo en el que se rescatan fotografías, mapas, notas de prensa y afiches publicitarios que son el reflejo y la imagen de esa ciudad que se va transformando. Los distintos acontecimientos políticos que refieren al período son tratados cuidadosamente, con una sólida base documental, que permite demostrar los beneficios y los perjuicios que los mismos significaron para la ciudad.

Presenta como un elemento interesante la caracterización del veraneo en el mar que se dio en Europa, el cual resulta muy semejante al caso de Mar del Plata. A lo largo del texto también aborda esa larga relación compleja y a la vez complementaria de los argentinos con Uruguay, primero representada en el turismo en la ciudad de Montevideo y, posteriormente, en Punta del Este. La relación turística entre ambos países es bidireccional y conforma un imaginario turístico peculiar que trasciende ambos países como unidades nacionales, y que se centra en el valor fundamental que tiene el río como elemento de separación y de unión a la vez.

Los autores presentan de manera versátil cómo las prácticas sociales devienen en prácticas turísticas y cómo, con el trascurrir de las décadas, aquellas se vuelven a instituir como nuevas prácticas sociales incorporando a nuevos grupos sociales de acuerdo con las decisiones estratégicas tomadas por los distintos gobiernos (central y provincial).

De ahí la importancia para Mar del Plata de las políticas llevadas adelante por el peronismo a partir de 1946, cuando se intentó promover al balneario mediante los programas de turismo social, aunque no tuvieran el éxito esperado en sus comienzos. Así también, la centralidad que tuvo la Ley de Propiedad Horizontal de 1948, que significó una apuesta a la integración de las clases medias y, por tanto, al turismo de segundas residencias.

Durante la década de 1950 entró en juego el componente cultural como un elemento que amplió la oferta turística de la ciudad, representado en el emblemático Festival Internacional de Cine en 1954- siguiendo como debía ser el ejemplo de los balnearios europeos- a lo que debe agregarse una activa vida cultural que se sostuvo en el tiempo.

La década de 1960 presentó a la ciudad nuevos desafíos. Entre ellos, el apogeo de otros destinos turísticos como Villa Gesell que se convirtió en un refugio de los jóvenes, marcando de esta manera una ruptura con la tradicional Mar del Plata y ofreciendo un ámbito para un turismo más transgresor y rebelde. Mientras que, paralelamente, las clases más pudientes se refugiaron en Punta del Este apostando a la consolidación de un balneario de élite.

La lectura del libro es ágil y amena lo cual permite al lector transitar cómodamente por un análisis profundo de la sociedad argentina, vista desde la perspectiva marplatense. Organiza la historia de una ciudad balnearia basada en la trilogía: playa, casino y sociabilidad, la cual va aceptando las transformaciones dadas por el tiempo y los cambios ocurridos en el espacio. En la percepción de esa multiplicidad de lugares que van conformando la ciudad, se establecen determinados “espacios” que corresponden a sectores sociales distintos pero que se amparan bajo un mismo slogan “Mar del Plata de todos y para todos”.