Mabel Cernadas
y José Marcilese (Comps.), Bahía Blanca
durante el siglo XX. Una historia política, cultural y económica. Bahía
Blanca: EdiUNS, 2019, 363 pp.
Por María Liliana Da Orden.
Centro
de Estudios Históricos-Instituto de Humanidades y Ciencias
Sociales (CEHis-INHUS) Universidad Nacional de Mar del Plata,
Mar del Plata, Argentina.
ISSN 1853-7723
Esta compilación sintetiza la producción historiográfica que tiene como
sede la Universidad Nacional del Sur y en particular el Centro de Estudios
Regionales “Profesor Félix Weinberg”, a tono con la renovación disciplinar de
las últimas décadas. El foco puesto en la ciudad de Bahía Blanca se entronca
con los estudios de historia local y regional que han señalado la importancia
que tiene el anclaje territorial para iluminar problemas generales demasiadas
veces “resueltos” desde el ámbito capitalino.
El libro consta de siete partes que abordan distintas dimensiones del
mundo urbano bahiense desde fines del siglo XIX: la configuración del espacio,
la vida política, la sociedad, la economía, la cultura, los medios de
comunicación y la educación. Este abanico de temas se entrecruza por medio de
una amplia variedad de instituciones, actores y prácticas sociales. En todo
momento los estudios dialogan con procesos históricos más generales y se
articulan en torno a los problemas planteados por la inserción urbana en el
mundo capitalista, la democratización, el autoritarismo y la violencia o,
particularmente, el papel cambiante del Estado a lo largo del período.
El primer apartado está a cargo de las geógrafas Rosa A. Fittipaldi,
Lorena Espasa, Aldana Mastrandrea y María Paula Michalijos que se ocupan de la
configuración del espacio urbano entre 1880 y 2001. Más allá del crecimiento
demográfico, las autoras analizan las “centralidades funcionales” que signaron
las cuatro etapas que habrían caracterizado la expansión de la ciudad.
Mabel Cernadas y José Marcilese abordan la vida política de Bahía
Blanca. Las investigaciones previas de los autores confieren espesura al
análisis de la actuación partidaria, las prácticas electorales y las distintas
gestiones municipales, a veces en contrapunto con la política provincial y
nacional – la participación electoral del radicalismo a principios del siglo XX
o el papel del socialismo en los años treinta-. Estos ejes, en diálogo con la
creciente participación del movimiento obrero, atraviesan los distintos
períodos que signaron el “arduo camino de la democracia” según se denomina en
el título al período considerado hasta la primera década del siglo presente.
La sociedad urbana es analizada por Lucía Bracamonte y Mabel Cernadas.
Partiendo del primer poblamiento en torno a la fortaleza, se consideran los
movimientos migratorios europeos y las migraciones internas y de países
limítrofes, en particular desde Chile y
Bolivia. Los deportes, las necesidades barriales, la pobreza, la
etnicidad –desde griegos y croatas a mapuches-, las religiones, el feminismo o
la lucha por el reconocimiento de la diversidad sexual en los últimos años
dieron origen a la amplia gama asociativa que aquí se recorre, junto con las
fiestas y otras prácticas sociales y recreativas, como expresiones de
sociabilidad.
La dimensión económica es tratada por Florencia Constantini y Emilce
Heredia Chaz, quienes parten de una proposición planteada en el título: “El
progreso en cuestión”. Así, se analizan los sectores productivos y la política
económica prestando especial atención a las debilidades tanto del crecimiento
agroexportador como del desarrollo industrial. Las tensiones que esto ocasionó
son consideradas en relación con la conflictividad laboral que habría signado las
distintas etapas económicas que atravesó la ciudad.
María de las Nieves Agesta, Juliana López Pascual y Ana María Vidal
estudian las numerosas y diversas instituciones y prácticas culturales. La
actividad literaria, el teatro, la música o las artes plásticas son abordas en
relación con las instituciones que las impulsaron así como con el avance y
posterior repliegue de la gestión estatal. La “alta cultura”, como se señala,
tiene un tratamiento acorde con el desarrollo de las investigaciones sobre el
tema. Sin embargo, no se dejan de lado las expresiones y proyectos más abiertos
a la vida comunitaria o la experimentación de las últimas décadas.
Un capítulo específico está dedicado a los medios de comunicación, desde
su formato más clásico hasta la era digital. María Celeste Napal y Patricia A.
Orbe estudian minuciosamente las numerosas publicaciones periodísticas del
período, donde La Nueva Provincia tiene un lugar destacado habida cuenta de su
continuidad y resonancia, así como del carácter de multimedio que fue
adquiriendo. Junto con la prensa, se indaga en el papel de la radio y la
televisión y sus diversas asociaciones fuertemente influenciadas por los
cambios políticos del período.
La historia de la educación es de autoría de Mariano Santos La Rosa. En diálogo
con los lineamientos institucionales que signaron el área desde 1880, se
analizan las transformaciones de la educación primaria y secundaria –en sus
diversas especialidades-, tanto de gestión pública como privada. Como no podía
ser de otro modo, el estudio se ocupa de las iniciativas que llevaron a la
creación de la universidad nacional, desde los primeros proyectos al Instituto
Tecnológico del Sur del que finalmente derivó.
La bibliografía temática con que se cierra el libro merece una
referencia. A lo largo de nueve páginas se detallan las investigaciones sobre
las que reposa esta compilación: desde más de una treintena de libros hasta las
tesis de grado y posgrado que, en número análogo, ponen en evidencia la labor
de los historiadores y científicos sociales de esta universidad pública.
Finalmente la exposición se ve favorecida por la inclusión de mapas,
fotografías y ventanas de texto que hacen de ésta una obra destinada tanto al
público especializado como al lector interesado en el conocimiento de un pasado
que si bien se centra en la ciudad de Bahía Blanca, lo trasciende y conecta con
la historia más vasta.