Claudia Touris. La constelación tercermundista. Catolicismo y cultura política en la Argentina, 1955-1976. Editorial Biblos: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2021, 390 pp.
Por Alejo Reclusa
PolHis, Revista Bibliográfica Del Programa Interuniversitario De Historia Política,
Año 15, N° 29, pp. 163-165
Enero- Junio de 2022
ISSN 1853-7723
La denominación del objeto es novedosa: la autora no solo explica ideas y prácticas del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), sino que entiende que el catolicismo tercermundista formó parte de un movimiento constituido por una red laxa y amplia de la que participaron otros agentes eclesiásticos y laicos. Inserta en ámbitos populares, esta red incluyó a sacerdotes no explícitamente encuadrados en el MSTM, a diversas agrupaciones laicas y a congregaciones femeninas. A lo largo de seis capítulos, Touris recorre la prehistoria de este movimiento social, sus sociabilidades y debates, diferentes grados de organización, prácticas pastorales, diferencias y conflictos con sus superiores.
La autora comienza su libro describiendo el “malestar preconciliar”, que se evidenciaba en los desafíos que implicaba la modernización social y política del país y el desgarro interno de “la Nación católica” que había significado el peronismo. Para Touris, fue entre el equipo de asesores de la Juventud Obrera Católica (JOC) donde se condensaron la mayoría de los nudos problemáticos: la crisis del principio de autoridad, la germinación de la identidad peronista en la Iglesia y la “declericalización” del catolicismo.
Sucedido el Concilio Vaticano II (1962-1965), la Iglesia argentina debió adaptarse a lo que ordenaba el sínodo universal. Producto de un efecto centrífugo en la Iglesia argentina, Touris explica el “giro radical” del catolicismo renovador. Por un lado, el cruce de los espacios de sociabilidad del catolicismo en los años sesenta con ámbitos políticos. Por otro, la intransigencia a la adaptación en la jerarquía que subsumió a algunas diócesis en un conflicto abierto, donde se fueron configurando opciones intransigentes en el catolicismo argentino.
En el tercer capítulo, el libro desarrolla las condiciones de emergencia del MSTM. Para Touris, la dimensión profética del magisterio sacerdotal decantó como usina política. Sin bien el MSTM practicó una crítica sui generis a la jerarquía eclesiástica, el desplazamiento que implicó la “opción por el peronismo” configuró para la autora un “neoclericalismo” que no renegó del lugar del clero en la esfera política, obstaculizando un proceso de modernización.
Los capítulos 4 y 5 aportan una exploración de la pastoral de la constelación tercermundista que no habían sido exploradas. Una de ellas es la pastoral villera, junto a la conformación del Movimiento Villero Peronista, donde resaltó la figura de Carlos Mugica. Bajo la política de “transformar las villas en barrios obreros”, el Equipo de Pastoral de Villas ofició de nexo entre la militancia religiosa y la política, haciendo posible la combinación entre el imaginario del cristianismo liberacionista y la izquierda peronista.
La segunda experiencia que Touris desarrolla es la que involucró a las congregaciones femeninas. Con una innovadora perspectiva de género que da cuenta de la “doble invisibilización” de las religiosas, la autora explica cómo fue posible la emergencia de una línea en sintonía con el tercermundismo. Touris da cuenta de las tensiones entre dos modelos femeninos, aludiendo a las figuras de Marianne y de María: la primera, símbolo de la modernidad política y los derechos individuales; la segunda, una figura tradicional ligada a la condición de madre abnegada.
La experiencia pastoral de la constelación se articuló con una propuesta de reflexión teológica que pretendió revalorizar al “catolicismo popular”. La Teología del Pueblo (TdP) es para Touris una versión vernácula de la Teología de la Liberación, ambas expresiones del catolicismo liberacionista latinoamericano. Para Touris, existieron en la TdP distintos polos de irradiación, algunos secularizadores y otros “antimodernos”. Precisamente, la crítica a la ilustración europea y el rescate del núcleo hispano-católico en la cultura latinoamericana es para la autora una de las continuidades del tercermundismo con tradiciones anteriores.
El libro de Touris es un aporte fundamental para comprender el derrotero de la Iglesia católica en el momento posconciliar, poniendo el foco en las ideas y prácticas de un sector que no tuvo intenciones cismáticas. Su trabajo abre otros interrogantes y líneas de investigación, como las posibilidades de un “tercer catolicismo”, así como la profundización de la perspectiva de género en los estudios del catolicismo posconciliar.