EL VÍNCULO ENTRE LO SOCIO-ASISTENCIAL Y LA ESTRATEGIA ELECTORAL DE
CAMBIEMOS: DE LA CAMPAÑA DE MARÍA EUGENIA VIDAL A LOS PERFILES Y DISCURSOS
PONDERADOS EN EL MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL DE LA PROVINCIA DE BUENOS
AIRES (2015-2019)
Por AGUSTÍN SALERNO
Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET)
Centro de Innovación de los
Trabajadores de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo
(CITRA-UMET).
Buenos Aires, Argentina.
PolHis, Revista Bibliográfica Del
Programa Interuniversitario De Historia Política,
Año 13, N° 25, pp. 269-296
Enero- Junio de 2020
ISSN 1853-7723
Fecha de
recepción: 12/12/2019 - Fecha de aceptación: 16/04/2020
Resumen
En este artículo analizamos los
perfiles y atributos de los dirigentes que ocuparon cargos públicos en el
Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires durante el
gobierno de Cambiemos. Primero, estudiamos el vínculo que se estableció entre
el área y lo político electoral a partir del perfil político que construyó la
gobernadora y del encumbramiento en el área de un conjunto de candidatos de
Cambiemos en distintos municipios de la provincia de Buenos Aires. Luego,
destacamos la agenda que construyó esta nueva fuerza política anclada en una primacía
de la noción de orden y de una municipalización de las prioridades de la
cartera. Finalmente, sopesamos la relevancia que asumieron como funcionarios un
conjunto de individuos con pretensiones electorales en distritos del Gran
Buenos Aires.
Palabras Clave
Cambiemos,
provincia de Buenos Aires, funcionarios, Desarrollo Social, Vidal.
The relation between socio-walfare management and the electoral strategy
of Cambiemos: from the campaign of María Eugenia Vidal to the profiles and
representations valued at the Ministry of Social Development in the province of
Buenos Aires (2015-2019)
Abstract
In this article
we analyze the profiles and attributes of the politicians who held public
positions in the Ministry of Social Development of the province of Buenos Aires
during the Cambiemos government. First, we study the connection that was
established between this area and electoral politics based on the political
profile that the governor built and the rise in this area of a set of candidates from Cambiemos in different
municipalities of the province of Buenos Aires. Then, we highlight the agenda
that was built by this new political force, which was anchored in a primacy of
the notion of order and municipalization of the ministry´s priorities. Finally,
we weigh up the importance that a group of individuals with electoral claims in
districts of Greater Buenos Aires assumed as members of that government.
Keywords
Cambiemos, province of Buenos Aires, officials,
socio-welfare, Vidal.
El vínculo entre lo socio-asistencial y la
estrategia electoral de Cambiemos: de la campaña de María Eugenia Vidal a los
perfiles y discursos ponderados en el Ministerio de Desarrollo Social de la
provincia de Buenos Aires (2015-2019)[1]
Con
la victoria de María Eugenia Vidal en las elecciones de 2015 se puso de
manifiesto, una vez más, la particular relación entre funcionarios y
funcionarias vinculadas a áreas sociales de gobierno y lo político electoral.
Luego de ser Ministra de Desarrollo Social de la ciudad de Buenos Aires
(2008-2011), Vidal fue electa vicejefa del gobierno porteño en 2011 y
gobernadora bonaerense en 2015. Además, desde el 2015 un conjunto de candidatos
de Cambiemos de distintos municipios de la provincia de Buenos Aires pasó a
ocupar los rangos altos del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense,
profundizando esa relación de la que la entonces gobernadora era un ejemplo
paradigmático.
Distintos
trabajos estudiaron el vínculo histórico que tuvieron algunos de los funcionarios
del área de las políticas socio-asistenciales con la política electoral
(Giorgi, 2015; Grassi, 2006; Osuna, 2016; Perelmiter, 2016). Este vínculo no
sólo se expresó en el uso de la “caja social” y en la llegada directa a los
sectores populares a través de recursos asistenciales de distinto tipo, sino en
una particular afinidad electiva (Weber, 1969) entre las problemáticas
históricas de la cartera y diferentes propuestas políticas que buscaron generar
el apoyo de buena parte de la población.
Los
casos históricos más relevantes los representaron las gestiones de Eva Perón
durante el primer peronismo, de Francisco Manrique en el Onganiato y de Ramón
“Palito” Ortega durante el Menemismo. Mientras que la primera fue impulsada
como compañera de fórmula de Perón para las elecciones de 1952 a partir de su
trabajo en la fundación que llevaba su nombre, Manrique y Ortega asumieron en
sus cargos “sociales” con una manifiesta proyección electoralista.
En
la provincia de Buenos Aires, la bibliografía (Grassi, 2006; Masson, 2004)
destaca el rol que ocupó Hilda “Chiche” Duhalde en los años 90, quien
centralizó las políticas socio-asistenciales bajo su liderazgo, buscando
construir una relación directa con los bonaerenses.
Analizamos
lo que sucedió en territorio bonaerense desde la llegada de Cambiemos al
gobierno provincial. Este artículo se inscribe en un conjunto de estudios
preocupados por los perfiles y las trayectorias de “los que mandan” (De Ímaz,
1964), es decir, de aquellos individuos que ocupan las más altas posiciones
institucionalizadas. A partir del abordaje de dos dimensiones centrales,
estudiamos la relación que se construyó en estos años entre la gestión
asistencial y lo electoral. En primer lugar, investigamos el vínculo que se
estableció entre el perfil político de María Eugenia Vidal y una nueva
democracia de proximidad (Annuniata, 2012), prestando especial atención a su
trayectoria previa de gestión y a los ejes que ordenaron la campaña de 2015. En
segundo lugar, analizamos los perfiles y atributos que jerarquizó Cambiemos en
el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense, donde los cargos más importantes
del ministerio estuvieron ocupados por candidatos a intendente de la alianza
Cambiemos en distritos del Gran Buenos Aires gobernados por otras fuerzas
políticas.[2]
Para
abordar estas dimensiones utilizamos una base de datos con las trayectorias
sociales, políticas, educativas y profesionales de la gobernadora y de los 30
funcionarios que ocuparon cargos públicos (ministro, subsecretarios/as y directores/as
provinciales) entre 2015 y 2017 en el ministerio de Desarrollo Social de la
provincia. La misma forma parte de una base más amplia que incluye a los
funcionarios políticos de Desarrollo Social del nivel nacional y de la ciudad
de Buenos Aires en el marco de un trabajo que se propone comparar los perfiles
y las trayectorias de los individuos que ocuparon cargos públicos en tres
niveles de gobierno distintos en un mismo área durante los gobiernos del PRO y
de Cambiemos.[3]
Indagamos
en los 30 funcionarios las siguientes dimensiones: a) aspectos
socio-profesionales (estudios cursados, universidad, cursos de capacitación);
b) año de ingreso a la gestión pública; c) permanencia previa en la alta
gestión pública al momento de la llegada al gobierno; d) en el caso de que sea
un “recién llegado” que no haya ocupado previamente cargos públicos,
trayectoria laboral previa; e) cargos públicos ocupados. Para ello, utilizamos
diversas fuentes documentales que permitieron reconstruir los perfiles:
curriculums on line, linkedin, Facebook, twitter, notas periodísticas, libros o
artículos escritos por los funcionarios, documentos oficiales, documentos
partidarios, etc.
Realizamos
entrevistas a 12 funcionarios y a 7 trabajadores de Desarrollo Social de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la Provincia de Buenos Aires (PBA)
durante las gestiones del PRO y de Cambiemos, y analizamos documentos
oficiales, páginas web del gobierno provincial, diarios de tirada nacional y
provincial, redes sociales de la gobernadora y del ministro provincial, y
trabajos especializados. Las entrevistas siguieron la estrategia de bola de
nieve, predominante en los trabajos sobre elites, aunque incluyeron
funcionarios de todas las subsecretarías. Además, entrevistamos a todos
aquellos funcionarios procedentes de los tres espacios que fueron claves en el
reclutamiento del área: el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA), la
política provincial y el sector empresarial (Salerno, 2020).
La
información recabada en las entrevistas a funcionarios, relevante para
comprender sus trayectorias, las dinámicas ministeriales y sus concepciones de
gobierno, fueron trianguladas con entrevistas a trabajadores estatales y con
información secundaria que incluyó el análisis de distintos diarios de tirada nacional
y provincial.
Además, para analizar el vínculo del área
socio-asistencial con lo electoral en relación al resto del gabinete
provincial, se conformó una base con los 135 candidatos y candidatas a
intendentes de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires para las elecciones de
octubre de 2019, detallando su pertenencia partidaria y el cargo que
desempeñaban inmediatamente antes de su candidatura.
Tanto
Vidal como los funcionarios de la cartera recuperaron algunos ejes claves de
recientes experiencias peronistas: “sensibilidad social” y “obras” habían sido
las banderas del duhaldismo en los años 90, fenómeno político que supo
consolidar su hegemonía por 10 años y que tuvo en los intendentes del conurbano
a sus mayores aliados (Vommaro, 2015, p. 376). El vidalismo optó por construir
proximidad estatal en el territorio bonaerense con los destinatarios de las
políticas sociales e implementó para ello diversas estrategias: articuló con
actores sociales y políticos de peso en la provincia y construyó cercanía
directa con los destinatarios de las políticas en los distritos que disputaban
los funcionarios más importantes de la cartera.
¿A
quién dejarían a cargo de sus hijos? La afinidad electiva entre un imaginario
tradicional de la asistencia estatal y la democracia de proximidad
El
caso de Vidal se inscribió en el de un conjunto de individuos que primero
participaron de áreas de gestión estatal socio-asistencial y luego pasaron a
ocupar cargos electivos. El pasaje desde el entonces Ministerio de Desarrollo
Social porteño a la vicejefatura, seguido de su victoria como gobernadora de la
provincia, debe comprenderse en el marco de una estrategia electoral histórica
del PRO que busca potenciar candidatos a partir de su paso por la gestión
pública. La presentación de sí mismos que realizan los cuadros PRO como
gestores más que como políticos le permitió al partido introducir valores
morales positivos en el ámbito político provenientes de otros espacios como las
empresas y organizaciones de la sociedad civil (Vommaro, Morresi y Bellotti,
2015, p. 23). En el ejercicio de la gestión pública no sólo se vincularon a
áreas específicas de gobierno si no que incorporaron dinámicas de gestión
estatal, como el análisis de presupuestos o de procesos político-administrativos,
que utilizaron en los momentos de campaña para construir propuestas propias
diferenciándolas de las de sus rivales. Como explica un funcionario porteño que
había trabajado con Vidal en el área de Desarrollo Social y que colaboró en la
campaña provincial de Cambiemos en 2015:
A mí me
sorprendió el tema de la campaña, yo preparé material en la campaña cuando ella
iba a ser gobernadora y entonces participé en algunas cuestiones de cómo seguía
las cuestiones presupuestarias y económicas y me llamaba la atención, tiene
todos los números en la cabeza. La mina decía, hay un crédito del banco que no
se usó, que no usó Scioli para lo de las inundaciones. Bueno toda esta parte
sale, y te tiraba el número, no miraba un papel. (Funcionario burocrático alto
de CABA, entrevista propia, 3/8/2017, CABA)
Además,
Vidal fue parte del armado partidario desde los inicios y su perfil favorecía
ejes políticos que fueron reivindicados históricamente como banderas por parte
del macrismo (la renovación política, la preocupación por lo social separada de
lo político, la cercanía con los vecinos, la gestión transparente y eficiente).
Vidal
consolidó este perfil en el marco de una democracia de proximidad donde la
diferencia inherente a la representación, entre representante y representado,
comenzó a ser fuertemente cuestionada (Annunziata, 2012, p. 27). Retomamos el
análisis de Rocío Annunziata (2012) para pensar algunas características del
vínculo representativo en los últimos años de la política argentina y su
relación con la tradición asistencial argentina.
Según
la autora surgió, en el contexto de la crisis social, política y económica del
2001, un nuevo formato del vínculo representativo definido por la proximidad
entre representante y representados (2012, p. 24).[4] La
representación de proximidad incluye la personalización, la mediatización de la
política y el rol creciente de los liderazgos frente a los partidos
(características de modelos previos de representación) pero al mismo tiempo
implica un rechazo a los políticos vistos como ajenos a las realidades
cotidianas de la ciudadanía. Este modelo, creado por la autora para pensar
diversos fenómenos políticos, supone un nuevo formato de representación
política apoyado en la negación de la distancia y la diferencia representativas:
“Los gobernantes y candidatos se presentan como “hombres comunes”, mostrándose
en un vínculo directo con los ciudadanos, capaces de escucharlos, de compartir
sus experiencias y de estar siempre presentes en la cotidianeidad de sus
vidas.” (Annunziata, 2012, p.24).
En
este modelo representativo hay una primacía de la identidad sobre la
distinción, ambos principios constitutivos del lazo representativo, que permite
construir una legitimidad basada en la proximidad y en la preponderancia de la
identificación. Se destaca la necesidad de los gobernantes de disimular su
condición de políticos. Transformándose en “hombres comunes” los dirigentes
deben parecerse a los ciudadanos en lo que tienen de común, de simple, de
cotidiano, mostrando los atributos contrarios a los que Weber atribuía al
carisma. La autora habla de una “identificación anti-carismática” (Annunziata,
2012, p. 24).
Recuperamos
la definición de Lowy en torno al uso weberiano del término “afinidad electiva”
entendida como “el proceso por el cual dos formas culturales – religiosas,
intelectuales, políticas o económicas- entran, a partir de ciertas analogías
significativas, en un parentesco íntimo o afinidad de sentido, en una relación
de atracción e influencia recíproca, elección mutua, convergencia activa y
reforzamiento mutuo” (2007, p. 101).
Las
historias institucionales de los ministerios muestran la construcción de
saberes específicos y la jerarquización de diferentes perfiles de gestión.
Ministerios especializados en los entretelones de la política, como el
Ministerio del Interior de la Nación, jerarquizaron en el quehacer cotidiano
aquellos funcionarios capaces de viabilizar decisiones y garantizar apoyos
consolidando un juego común entre políticos anclado en códigos compartidos,
incluso opuestos respecto de lo que valora la opinión pública (Gené, 2019).
Otros ministerios, como el de Economía (Heredia, 2015), construyeron en sus
casos paradigmáticos funcionarios públicos ligados al conocimiento de saberes
específicos y al uso de un lenguaje técnico. Desarrollo Social mostró en
distintos momentos de su historia una preocupación específica por acercarse a
los territorios (Perelmiter, 2016), valorizando el trabajo social y encumbrando
perfiles capaces de generar sensibilidad y llegada a los sectores asistidos.
Encontramos
afinidad electiva entre el perfil político que construyó Vidal luego de su paso
por el ministerio socio-asistencial porteño y las demandas de una ciudadanía
que acentúa el peso del principio de identidad sobre el de la distinción. La
búsqueda de cercanía, de histórica presencia en la política argentina que toma
nuevas dimensiones luego de la crisis social y política del 2001, fue
particularmente retomada por la ex ministra de Desarrollo Social de la ciudad
de Buenos Aires. Además, la experiencia previa en la gestión porteña, que
valorizaba la cercanía con la gente y la sensibilidad (Salerno, 2018), reforzó
el localismo que muestran los discursos político-electorales, según los cuales
los atributos de cotidianeidad y cercanía física asociados a la política
municipal serían el modelo de la política legítima.
Vidal
construyó buena parte de la campaña electoral de 2015 desde propuestas afines a
las problemáticas históricas del área socio-asistencial: la escucha, lo
femenino, la sensibilidad, el servicio a los demás, el cuidado, la cercanía con
los bonaerenses, se presentaron como ejes novedosos de una estrategia de
campaña que tuvo en la proximidad una dimensión central. En su discurso de
cierre de campaña en Lanús en septiembre de 2015 la gobernadora utilizó frases
ancladas en estos ejes a los que hacemos referencia:
Muchos
decían que ganar la provincia era imposible, ¿Se acuerdan no? La provincia es
imposible, con los machos no se puede, ¿Una mujer a la provincia? No van a
poder. Y como a mí siempre me gustaron los imposibles, me animé. (…) Empezamos
a caminar, a recorrer, a escuchar. Y fui a las casas, toqué los timbres como
ustedes, fui a las escuelas, a los hospitales, a los clubes de barrio, a las
fiestas tradicionales, a los carnavales. Casa por casa, barrio por barrio,
lugar por lugar de esta provincia.[5]
Los
recorridos por la provincia, los timbreos y las charlas con los vecinos fueron
algunas de las prácticas que Cambiemos realizó en la campaña electoral de la
provincia de Buenos Aires.[6] Si bien estos
dispositivos forman parte de una estrategia general del PRO y de Cambiemos que
se puede rastrear desde las primeras elecciones de CPC en el año 2003,
asumieron rasgos particulares en función del perfil construido por la gobernadora.
Imágenes
1. Spots de campaña a la gobernación provincial.
Fuente:
enorsai.com.ar. [7]
Desde
una concepción tradicional de la mujer[8] y
frente a un candidato opositor vinculado a los “entretelones” de la política,
Vidal valorizó su perfil cercano a partir de la consolidación de consignas
relacionadas con la tradición asistencial argentina. Una vez más, la
construcción de un perfil “social”, vinculado a una concepción tradicional de
género y a una valorización del trabajo en áreas de gestión social como algo
opuesto al trabajo político (Ferraudi Curto, 2014, p. 3), le permitió a Vidal
hacer política a partir de la despolitización de su propia presentación como
candidata. Separando lo “social” de lo “político” y asociando lo primero a lo
femenino, la gobernadora de la provincia se consolidó como una opción “menos”
política en un contexto de crítica a los políticos bonaerenses (Fidanza, 2016).
No
consideramos el caso de Vidal como el de una planificación premeditada de
construir un candidato electoral, como muestra Giorgi (2015, p. 193) para el
caso de Ramón Ortega, quien no tenía ningún tipo de conocimiento en políticas
socio-asistenciales y se abocó completamente a la construcción de su
candidatura política. La experiencia de Vidal en la gestión pública de
políticas socio-asistenciales favoreció la construcción de un perfil político
afín a lo electoral aunque tampoco podemos suponer que no estuviera en sus
proyecciones el salto a las urnas. Como explicaba una funcionaria porteña:
Mi
primera jefa fue Vidal, bueno con Federico Salvai al lado, que por más nene que
uno lo viera, yo cualquier cosa políticamente se la consultaba a Federico, ya
tenía claro el rumbo por el que iba a llevar a María Eugenia, es decir, el
artífice real de María Eugenia vicejefa de gobierno fue Federico, lo tenía muy
claro. (Funcionaria de CABA, entrevista propia, 2/12/2016, CABA).
Como
contracara del perfil construido por Vidal, la referencia al Gran Buenos Aires
como un espacio caótico y ligado al delito tomó fuerza en la campaña de 2015 y
tuvo su hito en los discursos que construyó Cambiemos en torno al vencedor de
la interna política que se dio entre las listas del kirchnerismo. Aníbal
Fernández, el candidato más cercano a Cristina Fernández de Kirchner, se impuso
en el marco de un enfrentamiento público que, según propios y extraños,
repercutió en las elecciones posteriores.[9] Un funcionario del
Ministerio de Desarrollo Social de la provincia con historia de militancia en
el peronismo, que había encabezado la lista de la tercera sección en 2015 y
participado activamente en la campaña expresaba:
Creo que
esa elección que ellos hicieron, esa interna que fue fallida, que fue una
interna bastante movediza y con muchas críticas de la lista que no ganó, que
era la de Julián Domínguez y Fernando Espinoza, creo que ahí nosotros supimos
ver esa oportunidad. Con una candidata que no era conocida, que era una mujer,
todo un desafío, y que mostraba frescura. (Funcionario provincial, entrevista
propia, 12/2/2019, La Plata)
Aníbal
Fernández fue presentado como un engranaje del narcotráfico y relacionado, como
veremos más adelante, a configuraciones de sentido históricas de desorden y
delito provincial. Fernández es un político con una extensa trayectoria en la
política de la provincia de Buenos Aires que fue acusado en plena campaña
electoral de 2015 durante el programa Periodismo para Todos de ser el autor
intelectual del triple crimen de General Rodríguez,[10]
hecho por el que no fue juzgado culpable por el poder judicial. Vidal explicaba
“La gente ve a Aníbal, me ve a mí y sabe quién puede sacar a sus hijos de la
droga”.[11]
La
relación entre un perfil “menos” político, construido por Cambiemos en
territorio bonaerense en el 2015, y la democracia de proximidad expresa la
afinidad entre distintos estándares de evaluación moral a los cuales los
políticos están sujetos (Frederic, 2004): lo que legitima la profesión política
varía contextualmente y contiene diferentes niveles de valoración de acuerdo a
los interlocutores diversos con los que se vinculan los políticos. Vidal, en su
paso por un área donde históricamente lo territorial y la cercanía ocupan un
lugar central, sintonizó fuertemente con las demandas de una ciudadanía que
criticaba a los políticos por estar alejados de los problemas de la gente. La
ex gobernadora expresó una particular afinidad electiva entre la dimensión de
evaluación moral que se ha venido construyendo al interior del área, que forma
parte de esa tradición institucional y que Vidal retomó de una manera
específica, y la dimensión de evaluación moral “universal” a las que los
políticos están sujetos, que varía contextualmente y que se vincula
estrechamente con la dimensión electoral.
En los apartados
siguientes, buscaremos comprender cómo el perfil de María Eugenia Vidal y su
historia en el área de Desarrollo Social impactó en los atributos ponderados en
la cartera socio-asistencial provincial, en el marco del reclutamiento de
candidatos electorales de Cambiemos en distintos distritos de la provincia de
Buenos Aires.[12] ¿Fue Vidal un paradigma de gestión en el área socio-asistencial o
un modelo para construir candidatos electoralmente exitosos? ¿Qué
características tuvieron los atributos ministeriales provinciales?
Las
candidaturas y el conocimiento territorial de la provincia como atributos para
la gestión socio-asistencial
Entre
los 30 individuos que ocuparon cargos públicos entre 2015 y 2017, el 23% eran
mujeres y se ubicaron fundamentalmente en rangos bajos del ministerio (6 de 7
fueron directoras provinciales). A diferencia del duhaldismo, que construyó una
época de gestión social en la provincia de Buenos Aires a partir del liderazgo
de Hilda “Chiche” Duhalde y del encumbramiento de un conjunto de mujeres de su
entorno (Masson, 2004), el vidalismo habitó la cartera con una mayoría de
hombres en los cargos públicos del ministerio.
Además
de ocupar los rangos más importantes de la cartera (ministro y subsecretario),
entre estos últimos encontramos 4 candidatos a intendentes de Cambiemos en
distintos distritos del Conurbano bonaerense. Todos ellos eran hombres en el
marco de un armado provincial en el cual sólo el 9% de las candidatas a
intendentas en 2019 eran mujeres.
¿Cómo
se vinculó la estrategia electoral de Cambiemos con la tradición asistencial
argentina y con la dinámica del ministerio de Desarrollo Social en estos años?
En el marco de las elecciones de 2019, Cambiemos presentó una estrategia para
disputar las elecciones municipales de los 135 distritos anclada en la
importancia de figuras que venían ocupando cargos públicos municipales,
legislativos o ejecutivos, en cada uno de esos territorios (más del 70% de los
candidatos era concejal o intendente).
Sólo
8 individuos eran funcionarios provinciales pero la mitad de estos últimos
pertenecían al Ministerio de Desarrollo Social.[13] Ningún ministro ni
subsecretario de otra cartera disputó cargos ejecutivos municipales y sólo lo
hicieron 4 funcionarios que representaban al gobierno provincial en organismos
o empresas que operaban en los distritos que disputaban (como el Consorcio del
Puerto de Quequén o las Centrales de la costa Atlántica SA).
En
relación al vínculo entre las pretensiones electorales de los funcionarios de
Desarrollo Social en la alianza Cambiemos, una trabajadora con 30 años de
experiencia en el ministerio nos decía:
En
general, este organismo creo que tiene así como la fantasía de que como es
Desarrollo Social y vos captás las necesidades de la gente de tu lugar, después
la gente te devuelve el voto. Porque Desarrollo Social es como que podés ayudar
a la gente desde distintos lugares. Aunque vos después esa gestión se la
derives a Infraestructura, se la derives a Trabajo, pero la tomaste vos, porque
vos sos el que conocés las necesidades. Entonces vos quedás como el referente,
que viste eso que necesitaban. (Trabajadora del MDS-PBA, entrevista propia,
22/2/2019, La Plata)
En
el desarrollo de la gestión, observamos una división del trabajo político según
la cual el rango de ministro y de buena parte de las subsecretarías estuvo
ocupado por un conjunto de dirigentes que eran candidatos a intendente en
diferentes distritos de la provincia de Buenos Aires.
Santiago
López Medrano, ministro de Desarrollo Social de la provincia desde 2015, fue
candidato de Cambiemos en Gral. San Martín para las elecciones de 2019. Por su
parte, de los cinco subsecretarios que tuvo la cartera desde 2018, tres de
ellos eran candidatos en distritos del Gran Buenos Aires: Gabriel Mércuri,
Subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario, en Lomas de Zamora;
Ezequiel Pazos, Subsecretario de Políticas Sociales, en José C. Paz; y Evert
Ignacio Van Tooren, Subsecretario Social de Tierras y Acceso Justo al Hábitat,
en Esteban Echeverría.[14]
Además,
algunos directores provinciales de Desarrollo Social disputaron en distintos
momentos intendencias bonaerenses aunque compitieron en distritos de menor peso
electoral y no se consolidaron en las internas distritales de Cambiemos. Entre
ellos se encontraban Esteban Hernando, director provincial de
Descentralización; Javier Castrilli, director provincial de Deportes Federados;
y Gabriel Kunz, director provincial de Deporte Social y Clubes de Barrio.
Mientras
que Kunz perdió peso en la interna de Cambiemos en Berazategui luego de las
elecciones de 2017, Hernando lo hizo en un municipio chico del interior como
Daireaux. Por su parte, Castrilli había sido candidato de Cambiemos en La
Matanza pero sus proyecciones en ese distrito se disiparon rápidamente producto
de la preeminencia de otro dirigente. No es casual que su permanencia en el
ministerio, al igual que su referencia en ese distrito relevante, haya sido
sólo hasta 2017.
En
todos los casos, los atributos fundamentales de los candidatos que ocuparon
cargos públicos en el ministerio referían al conocimiento territorial de
algunos municipios bonaerenses y a sus experiencias previas políticas y/o
públicas en esos distritos en los que se presentaron previamente como
candidatos o en los que proyectaban hacerlo. Sus pertenencias políticas previas
fueron diversas: el PRO, el radicalismo y el PJ aparecieron como las más
importantes.
A
partir del trabajo ministerial, consolidaron presencia territorial directa
fundamentalmente en los municipios que disputaban personalmente, participando
incluso de obras provinciales llevadas adelante por otros ministerios. De esta
manera, construyeron una mayor visibilidad política personal en sus distritos,
como lo muestran notas
periodísticas[15] y las palabras de los entrevistados. Un
funcionario cercano a uno de los subsecretarios que disputaba un distrito
importante del conurbano bonaerense nos decía:
Todos
tenemos bien en claro que somos un equipo. Eso es fundamental, decir somos un
equipo y trabajamos en equipo. Y apoyar también como a Gabriel, como a Pazos,
también mismo a nuestro ministro, apoyarlo en los distintos municipios que
ellos trabajan día a día por si tienen o no aspiraciones a ser intendente.
(Funcionario burocrático alto del MDS-PBA, entrevista propia, 27/2/2019, La
Plata)
Es ilustrativo lo que
sucedió a partir de la llegada de la subsecretaria de Tierras y Acceso Justo al
Hábitat, la cual tuvo como gran herramienta la elaboración y regularización de
escrituras para los ciudadanos de distintos distritos de la provincia. El
momento de su entrega apareció como una plataforma para los distintos
funcionarios del ministerio y para referentes del armado provincial de
Cambiemos. Los protagonistas del gobierno provincial presentes en los actos
cambiaban en función del territorio en que se hacía entrega de las escrituras:
en Esteban Echeverría estaba el subsecretario Evert Van Tooren;[16] en San Martín el
ministro López Medrano;[17] en José C. Paz Ezequiel Pazos;[18] en Lomas de Zamora
Gabriel Mercuri.[19]
El propósito de imponerse
en el Gran Buenos Aires y la complejidad que implicaba disputar diferentes
distritos, los posicionó en la búsqueda de objetivos comunes aunque, al mismo
tiempo, disímiles. La figura central de María Eugenia Vidal apareció como un
núcleo organizador a partir del cual se construyeron prácticas propias y
ajenas. El color verde del gobierno provincial, identificado con la
gobernadora, y su perfil personal, con una fuerte imagen positiva, se observó
en todas las iniciativas producidas individualmente. Un funcionario que venía
de trabajar inmediatamente antes en el sector privado manifestaba:
Y acá lo
bueno que tiene esta gestión de María Eugenia es que todo es provincia, acá no
hay subsecretario de Deportes con el logo de deportes, el logo de turismo, el
logo de... no, es todo provincia de Buenos Aires. Entonces, Turismo lo hace, o
lo hace Deportes, lo hace Desarrollo Social, es lo mismo. (Funcionario
provincial, entrevista propia, 30/1/2019, CABA)
Sin embargo, si bien la
imagen positiva y el liderazgo de Vidal ordenaron buena parte de las
estrategias electorales individuales, las disputas por recursos y por lógicas
distintas de trabajo territorial formaron parte de la dinámica ministerial, en
el marco de un creciente agravamiento de la situación económica y social. Los
datos del segundo semestre de 2018 indicaban que la pobreza en el conurbano
bonaerense comprendía al 35,9% de las personas (4.356.189),
un 6,4% más que el año anterior.[20] Una trabajadora con más
de veinte años de experiencia en el ministerio expresaba:
No
parecen convivir [los funcionarios jerárquicos del ministerio]. No sé, porque
hay siempre las mismas pujas. Lo que se ve de abajo no, por más que tengas
voluntad de llevar adelante ciertos planes si no tenés dinero es bastante
difícil que lo puedas llevar a cabo. Y la puja en principio pasa por ahí.
(Trabajadora del MDS-PBA, entrevista propia, 22/2/2019, La Plata)
Si
bien las palabras de algunos trabajadores hacían hincapié en las disputas entre
funcionarios, Cambiemos construyó una particular división del trabajo político
ministerial según la cual los funcionarios “candidatos” de Cambiemos se
ubicaron fundamentalmente en el rango de subsecretarios y de ministro. Además
de participar personalmente en algunos momentos de la implementación de las
políticas en el territorio, como señalamos anteriormente, se encargaron de
construir relaciones importantes con municipios y actores locales y sociales de
diverso tipo. Buscaron potenciar redes propias desde la gestión de un área
específica provincial con recursos disponibles para asistir a los sectores
populares de la provincia.
En
general, en el rango de Director Provincial y de Director de línea se colocaron
individuos de confianza de los subsecretarios, que se encargaron del
funcionamiento cotidiano de la gestión pero también de tareas menos visibles en
las aspiraciones electorales de Cambiemos. En relación a esto último, se
destacó el nombramiento y el lugar que ocupó Alejandro Keck como Coordinador de
la Unidad de Modernización y Seguimiento de Gestión (con rango de director
provincial).
Keck
es un dirigente formado en la Unión para la Apertura Universitaria (UPAU),
brazo académico del partido de Álvaro Alsogaray, como muchos otros miembros del
PRO que hicieron sus primeras experiencias políticas en el marco de esa usina
de militancia liberal universitaria (Arriondo, 2015, p. 206). Ingresó al
peronismo, acompañando a Luis Barrionuevo y a Graciela Camaño, quienes lo
hicieron formar parte del Ministerio de Trabajo durante la gestión de Eduardo
Duhalde en 2002. A partir de esa experiencia pasó a ser concejal de San Martín
entre 2003 y 2007.
Su
recorrido es similar al de López Medrano, quien lo acompañó en la gestión en
Trabajo y luego ocupó lugares de mayor trascendencia en el ejecutivo porteño
durante la gestión PRO. Ambos pasaron por primeras experiencias liberales y
luego saltaron al peronismo, teniendo como base el distrito de San Martín. En
los últimos años, Keck es un actor clave en la construcción de la candidatura
de López Medrano a intendente de ese partido.[21]
La
gran mayoría de los directores provinciales fueron individuos de confianza de
los subsecretarios comprometidos con los objetivos políticos de sus superiores,
que se encargaron de organizar el día a día de la gestión en las respectivas
áreas de gobierno. Un director de línea de la Subsecretaria Social de Tierras y
Acceso Justo al Hábitat nos decía:
Los
subsecretarios tienen una función política que no es la nuestra. Nosotros sí
quizás en cada municipio en el que trabajamos el trabajo es diferente al de un
subsecretario o al de un ministro. Ellos tienen una agenda completamente
diferente y compromisos políticos totalmente diferentes. Nosotros que estamos
en direcciones provinciales o direcciones de línea el trabajo es más del día a
día, y es también llevarle soluciones a nuestro subsecretario. Para eso él
confía en nosotros y nos da la libertad para poder trabajar. Por lo menos en
esta subsecretaria a mí Van Tooren nunca me bajó una línea de esto sí, esto no.
Él al contrario, nos exige y nos pide números porque él se compromete también
con la gobernadora de hacer tantas escrituras, tantos censos, tantos boletos. Y
en eso él te da la libertad para poder trabajar. (Funcionario burocrático alto
del MDS-PBA, entrevista propia, 27/2/2019, La Plata)
Orden
y progreso: la planificación como fórmula para enfrentar una historia “caótica”
Contra
la idea del conurbano como espacio “invisibilizado”, Segura (2015) nos muestra
un conjunto de temas recurrentes y de largo alcance que se asocian a él en la
prensa y que constituyen buena parte de las configuraciones de sentido
históricas sobre esa geografía. La categoría de conurbano del siglo XIX,
vinculada al verde, al silencio y a la tranquilidad, se fue contraponiendo a
una idea construida desde principios del siglo XX relacionada a la degradación
urbana producto de la preeminencia del delito y del desorden.
En
los primeros años de la última dictadura cívico-militar se consolidó en la
prensa la imagen del conurbano como una unidad y un semicírculo que rodeaba a
la ciudad de Buenos Aires, espacio portador de los atributos inversos. Uno de
los gobernadores de facto de la provincia, Ibérico Saint Jean, definió el
conurbano como un “área problema” vinculado a un conjunto de déficits
(habitacionales, sanitarios, educativos, infraestructurales). En esos años, la
clave de lectura mediática, en consonancia con las políticas urbanas de la dictadura,
se articuló en torno a una propuesta ambiental que buscaba purificar el
ambiente contaminado del Gran Buenos Aires.
En
los años 90 el conurbano constituyó además el locus de la crisis social del
país, distinguiéndose en su interior distintos cordones cuyos elementos
críticos (marginalidad, pobreza) tenían una relación inversamente proporcional
a la distancia que los separaba de la ciudad de Buenos Aires. Luego del 2001,
se sumaría la inseguridad como nuevo eje central en la forma de caracterizar la
vida en el Gran Buenos Aires (Segura, 2015).
Como
complemento de esto, la centralidad de la noción de orden en el gobierno
provincial tuvo una larga historia en las tradiciones políticas bonaerenses.
Los distintos partidos políticos (y los gobiernos de facto) asociaban la falta
de orden al proceso de urbanización e industrialización que generó la llegada
de migrantes internos a la Región Metropolitana de Buenos Aires. En los años 30
el ejecutivo fresquista, de orientación conservadora, consideraba prioritario
ordenar, organizar y mejorar el espacio conurbano. Por su parte, a partir del
decreto 70 de 1948, el peronismo reconoció la existencia formal del Gran Buenos
Aires, “caracterizándolo como un conglomerado hipertrófico, caótico, marcado
por el crecimiento industrial y la falta de planificación” (Bisso, 2015, p.
327).
En
los años siguientes, el conurbano se siguió consolidando como unidad discursiva
al tiempo que se profundizó desde la cima del Estado y desde distintas
propuestas políticas una presentación de este espacio vinculado a la
degradación urbana producto de la preeminencia del delito y del desorden. A la
presentación del gobernador de facto Ibérico Saint Jean como “área problema” se
sumaron un conjunto de propuestas políticas que desde la vuelta de la
democracia propusieron ordenar el territorio bonaerense. Desde una crítica que
apuntaba sobre todo a los “barones” del conurbano, gobernadores peronistas de
los distritos más poblados y populares (Vommaro, 2015), se construyeron
propuestas que incluso proponían reordenar territorialmente la provincia:
“Porque la queremos, la partimos”.[22]
Cambiemos
retomó varias de estas ideas en las campañas electorales de 2015[23] y
2017[24]
planteando la disputa al poder de las mafias, con una candidata proveniente de
la ciudad de Buenos Aires, como su contrapunto simbólico. Pero Cambiemos apeló
a ese imaginario social no sólo en tiempos de campaña electoral sino también
para construir una agenda propia en temáticas abordadas desde la cartera
socio-asistencial. Un director del ministerio nos contaba:
Acá en la
provincia lo que te pasa que fue muy fuerte, una provincia manejada 40 años por
un solo color político. Eso te hace un bache ¿Por qué? Por ejemplo, 9 de Julio,
es un municipio que siempre fue radical. Entonces, nosotros cuando vinimos a la
Subsecretaría yo me encuentro que 9 de Julio hay mil lotes por escriturar, vos
te preguntás ¿Qué pasó acá que hay tanto, por qué hay mil lotes? Bueno, pasó
que había una bajada de línea: no se trabajaba en este municipio porque es radical.
(Funcionario burocrático alto del MDS-PBA, entrevista propia, 27/2/2019)
El diagnóstico sobre la provincia era
compartido por los distintos funcionarios pese a sus orígenes diversos:
gobernada 30 años por la misma fuerza política, caracterizada como irracional y
clientelar, se había convertido en una provincia ingobernable, sin
planificación y con déficits infraestructurales. Uno de los funcionarios más
importantes del ministerio, candidato en un distrito del conurbano bonaerense
lo decía de la siguiente manera:
Pero
también que yo creo que es el gran drama de la Argentina de los últimos años
que es la no planificación. Yo el otro día discutía por lo del mundial,
Sampaoli escribía que no planificaba y que se yo, y le decía a un amigo ojalá
fuera solo en el fútbol. Yo creo que está instalado en tantos ámbitos y hasta
está inconscientemente como el canchero, el vivo, el que la resuelve, el que
tiene parla y con eso la va a resolver. Y el fenómeno del conurbano ni hablar,
el conurbano es el ejemplo palpable de la no planificación. Vos tenés una ruta
que pasa por acá, una fábrica de tres pisos al lado, una calle finita al
costado. Digo, fue creciendo, fue creciendo y nunca hubo nadie que diga: “che,
mirá, vamos a poner esto en fila, el río dejémoslo de este lado, las vías del
tren para acá, la ruta…” entonces tenés rutas que eran viejas rutas que
terminan cruzando por el medio de barrios re contra poblados, infraestructura
que nadie pensó en hacer. Creo que es un poco eso, patear para adelante y
bueno, vamos viendo. (Funcionario de CABA y PBA, entrevista propia, 27/6/2018,
CABA)
Como
explica este alto funcionario ministerial, y pese a contar con años de
militancia en el peronismo bonaerense, la pretensión de orden que construyeron
los funcionarios en las entrevistas tuvo fuerza en el marco de un imaginario
social sobre la provincia de Buenos Aires, producido durante años desde
distintos dispositivos culturales y actores políticos, al que Cambiemos y los
funcionarios más importantes de la cartera apelaron para disputar políticamente
distritos gobernados por el peronismo.
En
línea con ello, la planificación en la gestión se presentó como una herramienta
capaz de “normalizar” el ministerio, eje que recorre el discurso del PRO y de
Cambiemos desde sus orígenes (Schuttenberg,
2017), y que asumió características particulares en la cartera provincial.
Un funcionario expresaba:
Vos entrás a un ministerio y ves que donde había
tres pisos pusieron un durlock y como se rompió la caldera y nunca la
arreglaron y le metieron un Split y después eso hace que salte la luz. La
verdad que es parche sobre parche, entonces somos espectaculares con el atado
con alambre pero nos cuesta mucho lo otro, el trabajo silencioso, el trabajo de
hormiga. (Funcionario provincial, entrevista propia, 27/6/2018, CABA)
La planificación no tuvo
que ver con jerarquizar el ordenamiento urbano como un nuevo problema de
gobierno, sino que se vinculó a la asistencia, de problemas puntuales y de
corto plazo, en distintos lugares del amplio territorio bonaerense cada vez más
afectado por las políticas económicas nacionales.
La ponderación de la
planificación como una noción central al interior del ministerio se construyó
en paralelo a una agenda de gobierno municipalizada. Las disputas electorales
de los “candidatos” y el aumento de las críticas al gobierno nacional
impulsaron la consolidación de una agenda provincial propia anclada en temas
como los semáforos, las cloacas y el asfalto de distintos municipios, sobre
todo, del conurbano bonaerense.
La crítica al “desorden”
provincial se complementó con un cuestionamiento al trabajo de los intendentes
en los distintos municipios que no gobernaba la alianza Cambiemos. Esto último
le permitió a Cambiemos construir una agenda propia en la provincia de Buenos
Aires para enfrentar a los actores políticos opositores.
El empeoramiento de las condiciones de vida de la
gran mayoría de la población y el armado de un gabinete propio, fortalecieron
al vidalismo como un incipiente fenómeno político que, de a poco y sin
confrontar directamente con el gobierno nacional, empezó a mostrarse como una alternativa
política diferente al gobierno nacional. En el área socio-asistencial, la
construcción de redes políticas en el territorio bonaerense y la consolidación
de una agenda propia anclada en la noción de orden y en la municipalización de
los principales temas se alineó con la experiencia previa de varios individuos
en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, con los objetivos electorales de
algunos funcionarios en municipios del Gran Buenos Aires y con una economía
nacional en crisis que produjo desde 2015 el empobrecimiento de buena parte de
la población, bonaerenses incluidos.
Conclusiones
El
perfil cercano y sensible construido por Vidal luego de su paso por el área
socio-asistencial porteña le permitió sintonizar con las demandas de distintos sectores
sociales de la provincia de Buenos Aires. La afinidad electiva entre el área
socio-asistencial y lo político-electoral se expresó en una campaña que tuvo
como eje la construcción de cercanía con la ciudadanía, recuperando dimensiones
centrales de la tradición asistencial argentina. La sensibilidad, la escucha y
lo femenino le permitieron a Vidal presentarse como una candidata menos
política en el marco de una democracia de proximidad.
Por
otro lado, el ministerio de Desarrollo Social estuvo habitado por individuos
que fueron candidatos de Cambiemos en el 2019 en diferentes municipios del
Conurbano Bonaerense. La feminización de lo social, característica de la
experiencia duhaldista en territorio bonaerense, dio lugar al encumbramiento de
un conjunto de hombres con experiencia política previa y proyección
político-electoral en distintos distritos de la provincia en el marco de un
armado provincial predominantemente masculino.
En
ninguna otra área del gabinete provincial un ministro/a o subsecretario/a
disputó cargos electivos ejecutivos municipales. La cercanía con los
territorios que mostraban los candidatos de Cambiemos de la mayoría de los
distritos, donde se eligieron fundamentalmente intendentes o concejales, fue
jerarquizada también a partir de la elección de funcionarios de Desarrollo
Social. La historia de esa cartera mostraba, por un lado, llegada asistencial
directa a distintos territorios populares de la provincia de Buenos Aires, y,
por el otro, una historia institucional con diferentes casos paradigmáticos que
se vincularon con lo electoral en función de perfiles que buscaban una relación
directa con la ciudadanía. La buena imagen de la gobernadora y su experiencia
previa fueron el motor de una estrategia política que buscaba instalar
herederos vidalistas de Cambiemos como intendentes de distintos municipios de
la provincia de Buenos Aires.
Por
último, consideramos que el discurso del vidalismo en la campaña de 2015 y
en el área socio-asistencial, en sintonía con configuraciones históricas de
sentido construidas respecto del territorio bonaerense, se ancló en una
invocación al orden y en una crítica al peronismo, por su falta de
planificación y su irracionalidad. Se construyeron concepciones del conurbano
bonaerense como un espacio social, caótico y desordenado, que tuvo en las
mafias y el narcotráfico su sujeto preferencial.
En
una coyuntura económica marcada por un sostenido deterioro de las condiciones
de vida de la población producto de las políticas económicas de un gobierno
nacional del mismo signo político, el vidalismo mostró algunas particularidades
a partir de las cuales buscó generar una impronta propia. La elaboración de un
discurso del orden que recuperaba tópicos centrales de la política provincial y
la construcción de un conjunto de estrategias de proximidad vinculadas a la
tradición asistencial argentina se presentaron como dimensiones fundamentales
de la nueva derecha en el territorio bonaerense.
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[1] Agradezco los comentarios de los dos evaluadores anónimos de la revista Polhis ya que me han llevado a profundizar dimensiones y a mejorar la versión final del trabajo.
[2] Este trabajo forma parte de un conjunto de reflexiones que vengo realizando a partir de la realización de mi tesis doctoral defendida en febrero del 2020 titulada “La cara social de la nueva derecha argentina. Perfiles políticos y atributos de gestión socio-asistencial del PRO y de Cambiemos en la Nación, la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires (2015-2019)”. En mi formación postdoctoral iniciada en 2020 me propongo profundizar sobre el vidalismo como un fenómeno particular de la nueva derecha argentina.
[3] Si bien se estudian las dinámicas ministeriales y sucesos claves que ocurrieron hasta 2019, el análisis de los perfiles y las trayectorias incorpora a los funcionarios que fueron nombrados hasta 2017, inclusive. La elección del período se vinculó a la decisión de Cambiemos de incorporar en 2018 las políticas de salud y seguridad social en el nuevo ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación. La comparación que veníamos realizando, centrada en lo socio-asistencial, tuvo un giro drástico que no fue sostenido a lo largo del tiempo y sobre el que los propios entrevistados de Cambiemos manifestaban incertidumbre.
[4] Annunziata (2012) habla de un nuevo formato de representación que observa en distintos niveles de representación (local, provincial, nacional), siendo transversal a las etiquetas partidarias.
[5] https://www.youtube.com/watch?v=63ru70ZUKFg, disponible el
19/3/2019.
[6] “Elecciones
2015. Macri y Vidal, de campaña por Moreno”, Clarín, 9 de mayo de 2015; “Inundaciones. Vidal: las inundaciones
se resuelven con obras que tiene que hacer la provincia”, Clarín, 12 de agosto de 2015; “El PRO lanzó los nuevos spots de
campaña de Macri y Vidal”, La Política
Online; 26 de septiembre de 2015.
[7] Recuperado en http://www.enorsai.com.ar/upload/multimedia/app_name/55df6b8d93723.jpg.
[8] Como analizan
distintos trabajos que estudiaron la intervención social del Estado en
diferentes niveles de gobierno (Grassi, 2006; Masson, 2004), esta concepción de
la mujer que vincula las tareas del cuidado
a una “predisposición especial” femenina tiene una larga historia en las
burocracias socio-asistenciales. En la provincia de Buenos Aires, en los años
´90, el área socio-asistencial provincial logró desembarcar en distintos
territorios afectados por las políticas neoliberales desde discursos y prácticas
que promovían poner la acción social de la provincia “en manos de las mujeres
bonaerenses” (Masson, 2004).
[9] Rivas, Tomás, “Anibal
Fernández vs. Julián Domínguez: así terminó la feroz interna del kirchnerismo”,
La Nación, 10 de agosto de 2015.
[10]El triple crimen de General Rodríguez hace referencia al
homicidio de los empresarios farmacéuticos Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, que fueron hallados en aquella localidad
de la provincia de Buenos Aires en agosto de 2008. El caso tenía vínculos con
el tráfico ilegal de efedrina.
[11] “Un
café en Clarín. María Eugenia Vidal. La gente ve a Anibal, me ve a mí y sabe
quién puede sacar a sus hijos de la droga”,
Clarín, 10 de septiembre de 2015.
[12] En la provincia de
Buenos Aires la proximidad estatal constituyó parte de la agenda de gobierno en
la cartera de Desarrollo Social y tuvo en el Plan Vida el dispositivo
institucional que expresó esa preocupación en la historia reciente. Las
manzaneras, mujeres de los barrios populares de la provincia, buscaron
posicionarse como representantes del ministerio en el territorio, al tiempo que
mediaban demandas de los sectores populares ante el Estado.
[13] Si bien todos ellos perdieron sus elecciones en 2019, sus aspiraciones marcaron buena parte de las prioridades de la cartera y de las dinámicas ministeriales.
[14] Sólo las Subsecretarías de Deportes (Pablo Fuentes) y la Técnico Administrativa (Joaquín Tomé) estuvieron en manos de funcionarios sin aspiraciones electorales.
[15] Provincianoticias.com.ar, “Pisan tierra
peronista: Cesar Torres y Evert Van Tooren recorren obras en Echeverria”,
23/4/2018.
[16] “Van
Tooren encabezó entrega de escrituras en Echeverría”, Panorama Buenos Aires, 18 de septiembre de 2017.
[17] “Se
entregaron más de 250 escrituras a vecinos de San Martín”, Que pasa, 18 de mayo de 2018.
[18] “Nueva
entrega de escrituras en José C. Paz”, Info
Ban, 11 de septiembre de 2018.
[19] “Entrega de escrituras en Lomas de Zamora: “se van felices a sus casas después de muchos años de esfuerzo”; 15/11/2018, página de la escribanía general de gobierno de la provincia de Buenos Aires, https://www.gba.gob.ar/escribaniageneral/noticias/entrega_de_escrituras_en_lomas_de_zamora_%E2%80%9Cse_van_felices_sus_casas, disponible el 19/4/2019. Si bien no aparece mencionado en el texto, en la foto se puede ver a una beneficiaria junto a Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora por el Frente para la Victoria, y a Gabriel Mércuri, candidato de Cambiemos en 2015 y actual subsecretario de la cartera socio-asistencial provincial.
[20] “La pobreza en el Conurbano bonaerense creció
al 35,9 y están en esa condición más de 4,3 millones”, Lanoticia1.com, 28/3/2019.
[21] “El ministro que Vidal
“ascendió” y quiere como intendente”, Letra P, 30 de septiembre de 2018.
[22] “Polémica propuesta en
plena campaña presidencial. Sanz propone dividir en tres a la provincia de
Buenos Aires”, Clarín, 15 de
septiembre de 2015.
[23] “Cuando te metes con mafias sabés que estás expuesto a que te pase
algo”. Entrevista de Jorge Lanata a María Eugenia Vidal, Periodismo para Todos.
https://www.youtube.com/watch?v=kuvzO1n9PdQ, disponible
el 22/4/2019.
[24] “María
Eugenia Vidal: la pelea contra las mafias se va a ver condicionada si no
ganamos”, Perfil, 20 de julio de
2017.