“LOS GRUPOS DE ESTUDIO DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA. CREACIÓN Y PRIMEROS AÑOS DEL PROGRAMA DE ESTUDIOS DE HISTORIA ECONÓMICA Y SOCIAL AMERICANA (PEHESA) 1977-1983”

TESIS DE MAESTRÍA, 2021. UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRES DE FEBRERO.DIRECTOR: MARCELO SUMMO

Por Cecilia Gascó

Facultad de Ciencias Sociales - Universidad de Buenos Aires

Buenos Aires, Argentina

 

PolHis, Revista Bibliográfica Del Programa Interuniversitario De Historia Política,

Año 14, N° 28, pp. 165-169

Julio- Diciembre de 2021

ISSN 1853-7723

 

 

La tesis tuvo como objetivo reconstruir y analizar el proceso de creación y los primeros años de existencia del Programa de Estudios de Historia Económica y Social Americana (PEHESA), un grupo de estudio e investigación que se conformó durante la última dictadura argentina. El PEHESA fue impulsado en 1977 por los historiadores Leandro Gutiérrez, Juan Carlos Korol y Luis Alberto Romero y el sociólogo José Luis Moreno, a quienes se sumó en 1978 Hilda Sabato, con el propósito de continuar la línea historiográfica de la Historia Social iniciada en el país por José Luis Romero en la década del cincuenta.

Contemplando la política de represión cultural, el estricto control de las instituciones educativas y el reordenamiento del sistema universitario en consonancia con los objetivos generales del régimen de facto, el principal objetivo del trabajo fue analizar las prácticas y las condiciones materiales en las que los integrantes del PEHESA desarrollaron su trabajo y, al mismo tiempo, identificar temas, enfoques y conceptos sobre los que organizaron sus producciones historiográficas. Para ello, se indagó sobre los itinerarios intelectuales de sus miembros, sus referencias teóricas, los temas trabajados y las redes de sociabilidad en las que participaron. 

La investigación tomó como fuente principal el material de archivo que se encuentra en la oficina del PEHESA en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Incluyó además entrevistas a los integrantes del programa y el relevamiento de las revistas Punto de Vista y Desarrollo Económico.

Los contenidos desarrollados en cada capítulo fueron organizados con el propósito de analizar la conformación del grupo, las características que lo definieron entre 1977 y 1983 y el contexto en el que se desenvolvió ese proceso. Luego de un primer capítulo con la introducción general al tema, el segundo capítulo presenta un estado de la cuestión sobre los estudios referidos a prácticas e itinerarios intelectuales durante la última dictadura. Se incluyen testimonios y análisis de protagonistas del período y abordajes críticos recientes que analizan experiencias disidentes vinculadas al ámbito universitario y a otros espacios de producción de conocimientos e investigación. En ellas se advierte la conformación de ámbitos de estudio con diferentes grados de formalidad y organización, desde grupos de lectura organizados clandestinamente en domicilios particulares hasta programas de investigación amparados por los centros privados que se constituyeron en espacios de producción de conocimiento de las Ciencias Sociales alternativos a las universidades públicas. Se trató principalmente de experiencias que fueron tejiendo una red informal de centros privados y grupos que, aunque integrada fragmentariamente, fue creciendo en los márgenes. Se fue formando así una élite intelectual y profesional que tendría una especial gravitación en la esfera pública a partir de la reconstrucción democrática, consolidada con el aporte de aquellos intelectuales expulsados del circuito oficial.

 En el tercer capítulo se plasma el proceso de conformación del PEHESA como grupo intelectual, identificando los itinerarios de sus integrantes y sus referentes. Constituido en agosto de 1977 a partir de la iniciativa de historiadores que se desempeñaban como docentes o pertenecían a centros de investigación privados, fue resultante de la convergencia de experiencias, redes e intereses sobre temas de la historia social y económica argentina y latinoamericana. Buscaron, en principio generar un lugar de encuentro entre historiadores y, a partir de allí, sistematizar lecturas y generar proyectos de estudio e investigación de más largo alcance y con un mayor grado de organización y proyección colectiva. El programa comenzó a funcionar bajo el amparo del Centro de Investigaciones Sociales sobre el Estado y la Administración (CISEA) y desde sus inicios registró en informes, actas, gacetillas y correspondencia el detalle de sus actividades. Estos documentos permiten identificar sus objetivos y reconstruir las dinámicas de trabajo, los proyectos de investigación individuales y colectivos, las actividades de docencia y difusión de sus integrantes, los intercambios con otros centros de estudio nacionales e internacionales y las estrategias para contar con los recursos que facilitaran su consolidación.

El grupo se fue articulando a partir de dos tradiciones historiográficas. Por un lado, la historia social de Romero como un modo integral de abordar el pasado, desde una concepción global del proceso histórico, sumado al interés por el estudio de los sectores populares, con una perspectiva alejada de los textos tradicionales sobre el movimiento obrero y opuesta a los relatos épicos. Por otro lado, estas miradas estaban influenciadas por las obras de historiadores marxistas británicos, especialmente por los trabajos de Eric Hobsbawm y Edward P. Thompson y su “historia desde abajo hacia arriba”.

En el cuarto capítulo se describen, a partir de los materiales de archivo, los modos de funcionamiento y grados de formalidad que fue construyendo el grupo a través de la definición de objetivos y roles de sus miembros, núcleos temáticos, referencias teóricas y proyectos. Las actividades principales del PEHESA incluían la realización de investigaciones, la publicación de sus resultados, la organización de seminarios y reuniones de discusión de textos, intercambio con instituciones o personas a nivel nacional e internacional y el dictado de cursos para graduados. El período central de estudio estuvo comprendido entre 1850 y 1930 y los temas de sus producciones se organizaron alrededor de cuatro ejes: la formación y características del mercado de trabajo en Argentina, los sectores populares urbanos en Argentina y América Latina, la estructura agraria de la región pampeana y la conformación de los sectores dominantes. Las memorias y balances reflejan que tras cuatro años de trabajo se alcanzaron logros importantes, expresados en trece proyectos de investigación concluidos, dos libros y varios artículos publicados. Lograron consolidar, además, los “seminarios de los jueves”, en donde debatían lecturas, presentaban avances de investigación y, ocasionalmente, organizaban conferencias con invitados especiales, entre los que estuvieron Halperin Donghi y Natalio Botana. A partir de estos resultados, el grupo se fue reorganizando y definió tres grandes áreas: la investigación, el nucleamiento y el intercambio académico y la promoción de investigadores.

En el último capítulo se reconstruye el circuito de relaciones personales e institucionales en donde intervinieron sus miembros. Establecieron contactos académicos con instituciones locales y latinoamericanas dedicadas a problemas socio-históricos y también con institutos especializados en estudios latinoamericanos de universidades de Estados Unidos y Europa. A nivel local, se consolidaron vínculos, entre otros centros, con FLACSO y CLACSO, a través de la organización conjunta de cursos y seminarios y por el otorgamiento de becas para el desarrollo de investigaciones. Contaron también con recursos provenientes de fuentes de financiamiento internacional, como la Fundación Ford.

Sus trabajos y artículos circulaban en centros de investigación, pequeños grupos privados de lectura, revistas y en las iniciativas asociativas de defensa de intereses profesionales, como la Sociedad Argentina de Estudios Históricos (SAEH), creada en 1982. Durante los años de la dictadura Punto de Vista y Desarrollo Económico fueron las publicaciones en las que el PEHESA realizó aportes periódicos. La introducción de la historiografía y los estudios culturales del marxismo británico, los vínculos entre historia, política, literatura y un modo de abordaje de los sectores populares que recuperara la dimensión subjetiva actuante en la creación de la cultura popular eran las cuestiones comunes que ocupaban al PEHESA y a Punto de Vista, y así se reflejó en las páginas de la revista. Por otro lado, las reseñas de o sobre trabajos de integrantes del grupo en Desarrollo Económico se referían a la otra área de temas que los ocupaban: procesos económicos, migraciones, comportamientos sociales y análisis sobre el rol de José Luis Romero y el aporte de sus obras al desarrollo de la Historia Social.     

En síntesis, el propósito de la investigación fue reconstruir prácticas e identificar itinerarios, redes y circuitos de intercambio de ideas y lecturas que conformaron una trama intelectual en una etapa de la historia reciente argentina marcada por la represión estatal ilegal y el cercenamiento del debate público. Las preguntas que orientaron el análisis apuntaron a reconstruir, mediante entrevistas y relevamiento de documentos de archivo, no solo el proceso de formación interna del PEHESA sino también las condiciones sociales y culturales en las que tuvo lugar. La intervención de las universidades y las medidas autoritarias habían desarmado el denso entramado cultural consolidado desde los años sesenta, interrumpiendo programas y carreras académicas. Ante ese contexto, los grupos de estudio se constituyeron como prácticas producción de conocimiento alternativas a las lógicas impuestas por la dictadura, que permitieron a estudiantes, docentes e investigadores continuar ejercitando el pensamiento crítico y llevar adelante proyectos de investigación o actualización teórica. Encontramos así una “microsociedad” conformada por el PEHESA y una red de sociabilidad intelectual integrada por revistas, grupos de estudio, centros de investigación y emprendimientos asociativos que, en condiciones de clandestinidad o semiclandestinidad, lograron articular y sostener en el tiempo ámbitos para el encuentro entre pares y circuitos para la difusión de textos e ideas. El trabajo aporta un modo de abordaje posible para estudiar la vida cultural del período, con el objetivo de contribuir al conocimiento y análisis de experiencias disidentes al régimen de facto, al mismo tiempo que espera ser un aporte a la historia de la historiografía.