Emilio Gentile. Quién es fascista. Madrid: Alianza Editorial, 2019, 222 pp. 

Por Nahuel Agustín Domínguez

Universidad Nacional de Mar del Plata

Mar del Plata, Argentina

 

PolHis, Revista Bibliográfica Del Programa Interuniversitario De Historia Política,

Año 13, N° 26, pp. 455-457

Junio-Diciembre de 2020

ISSN 1853-7723

 

 

Emilio Gentile cuenta con una reconocida trayectoria en todo el mundo por sus investigaciones acerca del fascismo. Es profesor emérito de la Universidad de Roma La Sapienza, miembro de la Academia Nacional de los Lincei y además ha sido premiado por la Universidad de Berna, por sus estudios sobre las religiones de la política. Quién es fascista fue publicado originalmente en italiano por Editori Laterza en 2019 bajo el título Chi è fascista. Mediante el formato de entrevista, aborda los usos del término fascista a lo largo de la historia contemporánea, especialmente de Italia, y las polémicas que lo han atravesado. Así, el autor propone aportar una mirada histórica del fenómeno que permita discernir las dificultades de hablar de fascismo en la actualidad política tanto italiana como global. La obra se organiza a través de un prólogo, seis capítulos, epílogo, índice onomástico, bibliografía y una nota del autor.

El libro se apoya en un amplio repertorio de fuentes, discursos, periódicos y textos de protagonistas; así como en una cuantiosa producción bibliográfica. En el prólogo polemiza con las ideas de Umberto Eco en su ensayo Il fascismo eterno que, según Gentile, han sido retomadas por la prensa y algunos académicos. En este sentido, señala que el uso de la analogía en el ámbito público, hablando de ‘eterno retorno del fascismo’ para analizar la política del presente, ha contribuido a sustituir la historiografía por una especie de ‘ahistoriología’. El investigador propone remitirse al fenómeno histórico que se produjo en Italia con la creación del Partido Nacional Fascista en 1921 hasta su derrota militar en 1945.

En el primer capítulo, Gentile discute con aquellos que negando los atributos históricos del fascismo aportan a su negación. Por ejemplo, quienes han afirmado que el fascismo no tenía ideología, que no había construido un régimen totalitario, o que se reducía meramente al ‘mussolinismo’. En estos enfoques, el autor reconoce una suerte de ‘desfascistización’ del fascismo que coincide en muchos aspectos con su banalización.

Benedetto Croce había alertado en un artículo de 1944 sobre el uso de la palabra fascista a modo de ultraje. Dicho tópico es abordado en el segundo apartado de libro. A través de diversos ejemplos, el autor rastrea cómo el término de fascista es usualmente empleado de manera elástica y como epíteto despectivo. Primero la Internacional Comunista y luego la Segunda Guerra Mundial hicieron los mayores aportes, según el historiador, a la difusión del término que fue utilizado para calificar de Perón a Nixon y de Trump a Salvini.

Las polémicas de los comunistas contra los socialistas y los socialdemócratas, tratados como fascistas, han contribuido a otorgar al término una perenne ubicuidad temporal y geográfica, según el investigador. Esta hipótesis es desarrollada en el tercer capítulo repasando discursos de distintos dirigentes políticos, en los que Gentile reconoce como motivación el antagonismo hegemónico por ocupar el lugar de único partido antifascista.

Para Gentile, solo la historia puede decir qué es el fascismo y quién es fascista. En este sentido, en el cuarto apartado, debate con quienes sostienen que el fascismo tuvo su origen en otros países o fuera del período de entreguerras. El año 1921 surge como hito para él, porque el 11 de noviembre de ese año se constituyó el Partido Nacional Fascista como partido milicia.

Las características del fascismo totalitario son abordadas en el quinto capítulo de la obra. Entre los pilares del fascismo, Gentile identifica una ideología sacralizada como religión laica, una vocación imperialista y belicosa que busca crear un nuevo orden o una nueva civilización, y la conformación de un Estado totalitario basado en una sociedad jerárquica y militarmente organizada.

La alarma sobre el fascismo que vuelve en Italia, es el tema del sexto apartado. Para el autor, se trata de un fenómeno que comenzó con el final de los gobiernos de unidad antifascista, con el paso de comunistas y socialistas a la oposición. Para el investigador, en la actualidad sólo es fascista quien se considera heredero del fascismo histórico. Un ejemplo reciente dado en este sentido, es el del Movimiento Sociale Italiano.

Finalmente, qué es el fascismo es explicado de manera resumida en el Epílogo, a través del recorrido por tres dimensiones: la organizativa, la cultural y la institucional.

Por lo ameno del texto, a la vez que sustentado en fuentes de diversa índole y la reconocida trayectoria de su autor; Quién es fascista, se torna una obra de referencia para reflexionar acerca del fascismo, las derechas y los fenómenos políticos de la actualidad. Con este libro, Emilio Gentile plasma la relevancia del pensamiento histórico y del conocimiento de la historia para el análisis del tiempo presente.